martes, 22 de septiembre de 2009

¿Tienes la Menor Idea de Quien es Nuestro Amo?

Nunca te has preguntado para quién trabajas realmente? ¿Qué es Lidl? ¿A quién va a parar el dinero que mandamos al banco? Porque algún pellizco debe de quedar, después de descontar nuestros miserables salarios... La respuesta a todas esas preguntas es... Dieter Schwarz.







Nació el 24 de septiembre de 1939 (le podéis mandar una felicitación por su 70 cumpleaños si queréis) en Heilbronn, una pequeña ciudad del sur de Alemania. Aunque no nos consta que hubiera trabajado de cajero, el caso es que desde 1977, a los 38 años, heredó Lidl de su papi, Josef Schwarz. Hoy nuestra cadena es la principal marca de su grupo, Schwarz-Gruppe. Desde 1999 se ha retirado de la actividad diaria pero algunas fuentes señalan que sigue manejando la compra de tierras y, según afirmaba un ex Gerente en 2007, “quiere hacer crecer Lidl casi a cualquier precio”.

Schwarz significa “negro” en alemán, así que podríamos traducir el nombre de su Grupo como “El Grupo Negro”. Y a él lo podríamos llamar Dieter, el Negro.

Se le considera un personaje discreto, oculto, empeñado en que no trasciendan informaciones sobre él. Sólo se conocen dos fotografías suyas. Su nombre aparece todos los años en los puestos altos de los hombres más ricos de Alemania, pero él mismo nunca da la cara. Es conocida la historia de como, tras una entrevista para un periódico de su ciudad natal (una de las poquísimas entrevistas que ha dado), se arrepintió y volvió a la redacción para confiscar las fotos.

Pero su fortuna personal no es tan discreta como él: estimada en casi 11.000.000.000 (once mil millones) de euros, es una de las mayores de Europa. Normal, si tenemos en cuenta que sus 75.000 trabajadores/as le proporcionamos ventas por unos 23.000.000 de euros anuales.

No se llega a ser tan rico siendo buen chico. El secretismo que rodea a su Grupo Negro es facilitado por la desmembración del emporio en una multitud de filiales y fundaciones que dificultan la transparencia de sus cifras. Y por supuesto, debilitan a los sindicatos. Por ejemplo, como denunció la central alemana Verdi en 2002, la fragmentación legal de sus empresas regionales impide Comités de empresa únicos para las tiendas y el almacén. Divide y vencerás. Y detrás de todo ello, como sugiere el portavoz de Verdi, “el silencioso Dieter Schwarz sigue siendo el padrino”.

En 2004 el “Libro Negro de Lidl” de Andrew Amán, que describía las condiciones de trabajo en Lidl, conmocionó a la opinión pública alemana. Es normal que haya patronos sin escrúpulos. Lo que no es tan normal es que nosotros/as, los/las directamente afectados/as, lo aceptemos sin rechistar. Compara lo que ganas tú con los ingresos de tu amo. Compara tu piso hipotecado con todos los terrenos que él posee por Europa gracias a tu trabajo. NADA EXPLICA ESA DESIGUALDAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario