En esta ocasión la siniestralidad ha descargado sobre el almacén de Pinto.
Se llamaba Andrea Paolo Juárez. Argentino, mozo preparador, sólo 23 años. Estaba contratado por
Un camión embistió el coche en el que él y otros dos compañeros estaban llegando al almacén el 4 de agosto a las 5:45 horas. En el hospital parecía que sólo le iban a reconstruir la mandíbula pero entró en parada cardiorespiratoria durante unos 7 minutos y, acto seguido, en coma. Desde el 8 de agosto en muerte cerebral. Falleció en la mañana del
Los otros dos compañeros, afortunadamente, se van recuperando. El conductor, Vladimir Travesaño, peruano, mozo preparador, conducía el coche. Está de baja con collarín y brazo en cabestrillo. Alfredo Ancieta, peruano, responsable de preparación, tiene 3 costillas fracturadas, una fisura en la base del occipital y unos pequeños coagulos en el cerebro, pero evoluciona favorablemente.
La actuación de la empresa en relación con este accidente descubrió una lamentable falta de preparación y coraje: la dirección no reaccionó al accidente hasta que no se lo exigieron los delegados de prevención, y éstos, por otro lado, no fueron contactados para ser informados sobre el accidente y tuvieron que enterarse por compañeros de los accidentados. Por otra parte, el Jefe del Departamento ni siquiera actuó según el procedimiento de accidente laboral sino de enfermedad común. No obstante, sí es destacable la actividad que desenvuelve la empresa desde ese momento, atendiendo a la familia de Andrea, inclusive el pago de los pasajes de avión desde Argentina.
El 12 de agosto, a las 9:00 horas, la empresa celebró precipitadamente un minuto de silencio en el almacén sin contar con los/las trabajadores/as de las tiendas.
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